martes, 24 de mayo de 2011

SIN LIMITE


Llevo días convencido de que algo feo se esconde realmente dentro de la papada de Vin Diesel en Rápidos y furiosos 5in control, algo así como la cruza de un feto de Chucky y un pelícano… amén de todas las reflexiones ideológicas que suscita la escena de la anoréxica en Río de Janeiro, la caja fuerte que desafía toda lógica física urbana, la musculatura de algunos personajes va en relación indirectamente proporcional con su conteo neuronal. A la larga, ¿no será contagiosa la tontera que abunda en el cine comercial? La respuesta es un rotundo NO. Algunas películas parecen contribuir a la tontera, pero nadie puede demandar al cine o a alguna película por las decisiones que tome. En realidad, 5in control es una comedia de buena factura, sobre todo el póster, que ya es una estética de la distorsión y contagia, si no entusiasmo, euforia por la velocidad, uno de los detonantes de adrenalina que tanto negocio representa aquí en BCS: choques, ambulancias, funerarias, hospitales, talleres mecánicos, seguros, abogados, carroceros… todos con quehacer gracias a los acelerados que confunden testosterona con neurona.
Mas no estoy de vuelta en vano, deja todo lo que estés haciendo y dirígete al cine a ver Sin límite, una película norteamericana de Neil Burger, sí, el mismo que fascinó al mundo con El ilusionista y que ya anunciaba la llegada, ¡por fin!, o el regreso, de inteligencia a Hollywood. Dios, mira que rescatar de la ignominia a Bradley Cooper, el carita de Qué paso ayer? Y hacerlo pasar por lo que es, una persona con el cerebro lo suficientemente desarrollado para rebasar, ahora sí que rápido y sin furia, los cursis diálogos de Toretto, esa mezcla de Raúl Velasco con Schwarzenegger y su patética mueca que asemeja una sonrisa, pero en realidad es el logo de Santander, Windows o qué sé yo, algo grotesco, pues. Claro, las escenas de Brasil nos convencen de que Jacko hizo su mejor video en las favelas, cantando aquello de They don´t really care about us, todo un himno de decepción política superior a su frikez.
Volvamos a Sin límite, genial obra maestra en donde Eddie Morra sale de la depresión gracias a una droga maravillosa que parece una ruedita de silicón y que lo hace mucho más inteligente de lo que YA es. Morra es un sujeto estudiado, leído y escribido, como diría Calderón o haiga quien haiga ganádole al Peje jeje. Pero no me salgo del tema: Morra (su apellido no deja de ser una broma, ya que la mitad del equipo de producción son hispanos neoyorquinos) de repente se vuelve pulcro mas no al grado obsesivo de American Psycho. Aprende idiomas y arte con la facilidad con que un perro nada. Nada de nadar, menso!
El ícono italoamericano Robert de Niro la hace de Carl Van Loon (sepa Dios de dónde le va a salir el gen holandés) un empresario que si quiere seguir en el negocio de los energéticos, tiene que “soltar” Libia. Díganme si no esta movie tiene algo de vaticinio político, ahora que Kadhafi, que tan útil le fue al capitolio, anda reconsiderando seriamente volverse poeta de best sellers. Qué duda cabe que este mundo se ha vuelto un circo tipo catafixia. Con razón los mayas nos pusieron fecha de caducidad!
Otra virtud de Sin límite es esa capacidad para mostrarnos un subtexto romántico extremo, donde la primera esposa del protagónico, una joven dama jet set, termina decrépita y coja, y la segunda, al probar la droga aludida, adquiere tintes que recuerda sólo la genialidad de Hitchcock al resolver una persecución en Central Park con una niña cuyas cuchillas de sus patines para hielo marcan la cara del maloso por siempre. O qué decir de la jeringa entre los dientes, manera segura de atinarle al ojo del contrincante cual beso mortífero. Este guión seguro lo escribió alguien bien Chucky!
Pero quizá lo mejor sean las secuencias de ciudad veloz tipo El Origen y las tomas de un Puerto Vallarta tan exótico como Tahití y que es mudo homenaje a Liz Taylor, la beldad de ojos purpúreos. Este jueves la quitan, snif snif, entonces habrá que conseguirla en dvd o bluray pero originales, cada material extra será un bonus de lujo y placer visuales a años luz de la mediocridad que caracteriza al resto. Enhorabuena, salud e insisto: deja todo y corre a verla.